Guías de compra
Publicado el 04/09/2022
¿Sabías que el mercado de vehículos de ocasión en España creció un 9% en 2021? Comprar un coche de segunda mano puede ser una excelente oportunidad para conseguir un vehículo con todas las características de seguridad, conectividad y tecnología de los modelos más actuales, pero llegando a pagar un 40 % menos que su precio original. Para asegurarte de que tu adquisición realmente vale la pena, no te pierdas nuestros consejos para comprar un coche de segunda mano.
Todo lo que debes saber para comprar un coche de segunda mano
Tener estos puntos a mano en forma de checklist, puede ayudarte mucho para decidir tu compra.
Documentación e historial al día
No importa el modelo de coche que vayas a adquirir. Incluso aunque se trate de un clásico, debe tener la documentación e historial actualizados. Esto quiere decir que no debe tener ningún tipo de pago pendiente y debe todos los impuestos correspondientes abonados. Si el vehículo tiene algún tipo de gravamen, tu entidad financiera impedirá que te transfieran el coche. Solo lo hará cuando el propietario pague el préstamo.
Saber si el coche es transferible es muy fácil. Puedes solicitar un informe completo del vehículo a la DGT, para lo cual solo tendrás que abonar unas tasas administrativas. Esto te permitirá saber también el kilometraje, cuántos propietarios anteriores ha tenido y si procede de renting.
Revisa la ficha técnica
Mediante esta ficha podrás conocer la motorización y potencia del vehículo, y si se trata de un modelo importado. Si se ha sometido a alguna modificación, podrás saber si está homologada o no.
Si al final del número del bastidor aparece una R, significa que el vehículo ha sufrido un accidente serio para el que ha sido necesario sustituir parte del bastidor. Si en la esquina superior izquierda aparece el código 1040 o 1005 significa que el coche se ha utilizado como taxi o en una autoescuela. Pero si tiene el código 1000 , significa que es un turismo.
Libro de mantenimiento sellado
Ten en cuenta que lo normal es que un coche de segunda mano se encuentre ya fuera del periodo de garantía oficial. En ese caso, si tuviera algún problema mecánico o al pasar la ITV, las reparaciones podrían resultar costosas, pues el fabricante del coche no se hará cargo de las facturas. Normalmente, los coches no pasan su primera ITV antes de tener 4 años de edad, entonces es el único caso en que no tendrá dicho sello.
Además, las primeras tiradas de un modelo de un nuevo modelo suelen tener algún fallo. Pero tener el libro de reparaciones sellado siempre te dará la tranquilidad de que el coche está en buen estado.
Aun así, ten en cuenta que, a kilometrajes mayores de 50.000 km, el vehículo podría necesitar intervenciones más costosas, como la sustitución de los amortiguadores, la correa de distribución o el aceite de la caja de cambios.
Inspección visual exterior e interior
Antes de comprar cualquier vehículo de segunda mano, haz siempre una inspección visual y una prueba de conducción. Te recomendamos revisar:
La carrocería: vigila que las juntas y pintura sean homogéneas, que un faro no esté más gastado que otro, etc. Pero no te preocupes por algún pequeño roce que puede ser producto de un golpe sin importancia contra un bolardo o similar.
Busca indicios de un golpe: revisa el hueco de la rueda de repuesto, el estado de las puntas del chasis y que los tornillos de las aletas no tengan indicios de haber sido manipulados.
El desgaste irregular de los neumáticos indica que hay un problema en los ángulos de dirección, ya sea porque el coche necesite hacer un paralelo sin importancia o por haber sufrido un golpe fuerte.
En el interior, comprueba que el volante, pedales, apoyabrazos, palanca de cambio, etc. funcionan correctamente y no están muy desgastados.
Busca alteraciones en el odómetro.
Comprueba que el aire acondicionado y extras costosos funcionan.
Fíjate también en el estado de la tapicería, si es suficientemente mullida, etc. Esto también te dará pistas sobre el uso que ha tenido el vehículo.
Si el coche tiene alguno de estos problemas aisladamente, no pasa nada. Pero si se suman un problema en la dirección, problemas en el chasis, un golpe importante... seguramente el coche no es conveniente.
Prueba de conducción
Haz una prueba de conducción y fíjate en estos puntos:
Presta atención a si escuchas ruidos o vibraciones extraños. Comprueba que puedes cambiar correctamente de marchas, también en subidas y bajadas. No te preocupes si sube de temperatura, así podrás ver también si hay vacíos de potencia o similares en condiciones adversas.
El arranque de un motor, tanto de diésel como de gasolina, debe ser inmediato. Si no es así o se muestra inestable en la marcha, hay un problema en el sistema de alimentación, en algún sensor de temperatura, en el precalentamiento o en la falta de compresión en uno o varios cilindros. Ten cuidado en esto último, pues puede indicar que es necesaria una rectificación del motor, lo que puede costar más de 600 €.
Si el motor echa mucho humo, descarta el vehículo, pues podría deberse a una avería en el turbo (en ese caso el humo olerá a aceite quemado) o problemas en la junta de la culata, que te pueden llegar a costar 1.500 €.
Comprueba que no hay problemas en la dirección: si vas recto con el vehículo, a unos 80 km/h, comprueba que no tiende a desviarse. Si además tiene los neumáticos desgastados irregularmente, como ya indicamos en la revisión exterior, es casi seguro que hay un problema con la dirección.
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